Antecedentes
El 16 de marzo de 2019 se emitió la convocatoria de la Coordinación Cultural Cuarta Transformación1, junto con el documento “Diagnóstico del medio editorial y perspectivas”, así como una síntesis de dicho texto. En el material de discusión se destacan como principales problemas sociales la reducción de la capacidad de compra en 80%, la falta de hábito de la lectura, la baja escolaridad, la escasa atención del sistema educativo del país por fomentar la lectoescritura y el no haber instituido el libro como objeto de consumo cotidiano. Como tareas inmediatas y mediatas para empezar a contrarrestar esta situación se propone: promover el fomento a la lectura, divulgar cómo se hacen los libros y las publicaciones, el rescate, difusión y formación de los oficios y especialidades del libro. En el análisis presentado, se encontró la necesidad de elevar la participación de la actividad editorial en el producto interno bruto (PIB) del país, la cual para 2017 apenas alcanzó 0.049%, según estadísticas de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem). Otros problemas enunciados fueron la baja producción de libros impresos, que provoca un considerable incremento en los costos, la necesidad de esperar hasta 180 días para su cobranza, las altas comisiones de kioscos, librerías y tiendas departamentales, que van de 40 a 60%, a diferencia de otros países donde apenas llega a 25%, y la necesidad de realizar reformas hacendarias, como establecer la tasa 0 en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en los libros.
El propósito de la convocatoria fue analizar, discutir y aprobar el material de discusión “Diagnóstico del medio editorial y perspectivas”, delinear un plan de trabajo que propiciara la organización de los trabajadores de la edición, consolidarla e impulsar la capacidad de influir y emprender iniciativas en beneficio del medio editorial y sus profesionales.
Algunos de los principios acordados fueron:
- “Una nueva política cultural deberá ser democrática: la democracia cultural incluye el derecho a participar activamente en la vida cultural, no sólo como espectadores”.
- La organización será autónoma e independiente, su fuerza “dependerá de nosotros mismos y nuestra capacidad de organización, emprendimiento y evaluación de las tareas que se lleven a cabo”.
El 26 de marzo de 2019 se realizó la primera reunión de la Coordinación Editorial, en la Casa de Cultura “Jesús Romero Flores”, con gran aceptación e interés por parte de los asistentes, aunque algunos expresaron no saber con certeza de qué se trataba el proyecto al que se les estaba invitando. Surgieron las dudas “naturales” de si pertenecíamos al gobierno, si lo hacíamos con fines políticos partidarios o cuáles otros fines, etcétera.
Después de leer los principios de la Coordinación Cultural Cuarta Transformación, se explicó que ésta había surgido antes de las elecciones, como una postura crítica de los problemas culturales que enfrenta México, y que es un grupo independiente y ciudadano que no depende de recursos públicos. Que su principal propósito es fomentar valores y construir ciudadanía a través del arte y la cultura.
El 30 de abril de 2019 se formaron las primeras comisiones: Organización, Comunicación, Editorial, y Finanzas.
El 14 de mayo de 2019 representa una fecha significativa: a nuestra reunión en la Casa de Cultura “Jesús Romero Flores” acudieron Alejandro Ramírez, director de Caniem, y Alejandro Zenker director de Ediciones del Ermitaño, Solar y la Liga de Editoriales Independientes (LIE), a invitarnos a formar parte de sus organismos, ya que en principio no veían la necesidad de que se formara uno nuevo como el que se estaba constituyendo.
Se les explicó que buscábamos generar alianzas y unir esfuerzos en beneficio del medio editorial y sus profesionales, que mientras los agremiados de la Caniem y LEI eran las editoriales, se estaban integrando a nuestra convocatoria personas físicas que laboran en el medio editorial, como editores, autores, traductores, correctores, diseñadores, formadores, fotógrafos y todo aquel que participa en la cadena del libro. Que uno de los objetivos principales es hacer del libro y las publicaciones objetos de uso cotidiano, ya que consideramos que constituyen un factor estratégico para el desarrollo y defensa del país.
Se confirmó la necesidad de existir como una coordinación editorial, y los alcances que podría tener en el medio editorial.
Una vez compartida la importancia de crear un organismo que agrupara a los trabajadores del medio editorial, Alejandro Ramírez ofreció las instalaciones de la Caniem para realizar las reuniones en espacios mejor equipados y permanentes, lo cual fue aceptado y agradecido por el grupo.
Este mismo día, Humberto Musacchio, en su columna “La República de las Letras” de Excélsior, informó por primera vez sobre la Coordinación Editorial y sus avances. Unas semanas más tarde, el 16 de junio, en emisión radiofónica de la cadena Radio Red, Musacchio entrevistó a Miguel Ángel Guzmán, quien habló de la recientemente constituída organización Trabajadores de la Edición
Durante varias sesiones plenarias se habían analizado 35 propuestas de nombre para la organización, antecediendo las palabras que nombraban el tipo de organización, como gremio, grupo, red, cooperativa, colectivo, así como otros vocablos calificativos después del núcleo central sustantivo. La etiqueta denominativa que obtuvo mayor consenso, después de una votación en la que uno podía haber votado hasta por tres denominaciones, fue la propuesta por Alejandro Ramírez: Trabajadores de la Edición.
Se decidió también que lo más conveniente, por el momento, era permanecer como colectivo independiente y autónomo, hasta que las condiciones, experiencias y desarrollo permitieran constituirnos legalmente de manera más representativa y adecuada.
1 Ésta tuvo el propósito de construir la Coordinación Editorial, que se forma como una de las ramas de la Coordinación Cultural (formada por Artes Escénicas, Artes Visuales, Editorial, Gestoría y Música).
Comisión de organización / Trabajadores de la Edición